Estancias

Posee San Miguel de Robledo el encanto de los pequeños pueblos, llenos de tranquilidad y sosiego. Como es un pueblo pequeño se puede prolongar esta sensación de bienestar dando un paseo por alguno de los cuatro senderos señalizados existentes. 

Dos de ellos nos llevan a las mayores cimas del municipio. El Codorro (1371m) y Monte Alcón (o Pico la Mina. 1.111 m). Desde ambos se puede seguir disfrutando de excepcionales vistas tanto de la Sierra de Francia como de la Sierra de las Quilamas. Si la primera está salpicada de numerosos pueblos, la otra es un espacio natural ajeno a la intervención humana. De hecho los dos pueblos que atrevieron a internarse en ella Valdeáguila y Cargamancos fueron abandonados ya hace mucho tiempo. Los restos de Cargamancos, aldea de nombre sugestivo, está a unos 4km de San Miguel de Robledo. Allí está la virgen negra de Cargamancos que se ha trasladado a la ermita del pueblo. 

Desde cualquiera de estas dos montañas se puede apreciar también cómo San Miguel de Robledo parece brotar de forma natural entre robles, sin estridencias, en el collado formado entre Sierra Alcón y la Carrascosa cerca de donde nace el arroyo Arroyomuerto que dio nombre al pueblo hasta los años 80. El camino fue posible por el informe favorable de la Real Academía de la Historia que avaló los argumentos de que "Arroyomuerto no existe realmente, pues se trata tan solo de un pequeño curso de agua de fluencia intermitente... y que en cambio subsisten matas de robles de lo que en otro tiempo fue un verdadero robledal; la belleza y atractivo paisaje de la comarca, que puede ser base de una futura promoción turística y sobre todo la piadosa tradición popular de la aparición del Arcángel San Miguel con los pies asentados en la rama de un roble", y añadía "no considerar suficiente argumentación la afirmación de que ... a la devoción de San Miguel está dedicada la Iglesia Parroquial". 

A la belleza y atractivo paisaje de la comarca habría que añadir hoy la Ermita del Humilladero con su evocadora Virgen de Cargamancos, la zona recreativa Roble Gordo con hermosas vistas, mesas, barbacoas y fuentes; los curioso "Jardines de Robledo" con más de 300 especies de plantas que florecen en cascada durante todo el año o el propio pueblo como punto de partida ideal para conocer la Sierra de Francia.