La artesanía de la Sierra de Francia está influenciada por la cultura tradicional, muy relacionada con la agricultura y la ganadería. Son numerosos los ejemplos de oficios donde el trabajo manual ha sido la herramienta principal. Cada pieza artesanal cuenta una historia y refleja el amor y la dedicación que se le ha otorgado. Sin embargo, en el contexto de la globalización hemos visto como estos valiosos oficios han perdido parte de su reconocimiento y valoración, y en algunos casos muchos artesanos se enfrentan a desafíos económicos y a una falta de relevo generacional.

En municipios como Sequeros, Mogarraz y La Alberca, se encuentran talleres que continúan trabajando el oro y la plata, en el marco de uno de los oficios más apreciados, la orfebrería y la filigrana.

Históricamente, los municipios mencionados solían abastecerse de Salamanca capital o del norte de Extremadura en lo que respecta a la orfebrería. Aunque esta forma de arte es anterior a la llegada de los árabes, se puede apreciar una marcada influencia de este pueblo en el territorio, como se evidencia en la denominación tradicional de las joyas en la Sierra de Francia, conocidas como «alhajas».

«La creatividad, imaginación y tradición cobran vida fruto de la sabiduría y el saber hacer de las manos de los artesanos de la Sierra de Francia»

Estas alhajas son una parte integral de los trajes tradicionales serranos de las fiestas. En los trajes masculinos, se destacan las botonaduras charras, los botones plancha, los botones turcos y los broches para las chaquetas, que añaden un toque distintivo a las vestimentas.

En el caso de las mujeres, la variedad de elementos en la orfebrería es más amplia y diversa. Se pueden encontrar pendientes, horquillas para el pelo, sortijas y elaborados collares con una gran variedad de complementos, como cruces de diferentes tipos, santos, veneras, corazones o galápagos. Entre todas estas piezas, destaca el traje de vistas, en el cual se utilizaba coral y plata en las vueltas de los collares. También se pueden apreciar elementos como bollágaras, carretes, corazones de novia, medallas caladas, crecientes lunares o medias lunas, crucifijos de filigrana y relicarios, que añaden un toque especial y distintivo a la joyería tradicional.

Un oficio directamente relacionado con la agricultura está vinculado al castaño, que se utilizaba en la construcción para vigas, cuartones, tramoneras, ventanas y puertas, pero también para otros elementos más elaborados como el mobiliario doméstico (sillas, mesas, arcones, juguetes, tronas…) o todos los elementos relacionados con la cestería. Los banasteros o canasteros han sido muy afamados en pueblos como Miranda del Castañar, San Martín del Castañar, La Alberca, Sequeros o Madroñal.

Entre las labores textiles destacan las relacionadas con el bordado popular serrano. Inicialmente en los siglos XVI y XVII se hacía con lino puro (Linares de Riofrío podría provenir etimológicamente del cultivo del lino) para la trama y la urdimbre en telares del territorio. Posteriormente, se introdujo tanto el algodón como la lana en la trama. Los motivos que se hilan son principalmente ligados a la naturaleza, elementos florales y zoomorfos, lo que parece indicar una tradición oriental y no de origen musulmán. Pocas veces se utilizan motivos religiosos. Con la lana se hacía ropa de abrigo, mientras que el lino era más fino y se utilizaba para manteles, ropa de cama, lencería, cortinas, camisas…, los más pudientes utilizaban seda.

Los artesanos de la región utilizaban una variedad de materiales para sus creaciones, entre ellos el hierro, hábilmente moldeado por los herreros. Estos maestros forjadores daban forma al metal para crear aperos agrícolas y herramientas para la ganadería, así como exquisitas llaves, rejas de balcones y cerraduras que adornaban las casas. En un territorio próspero en ganado, también se encontraban hábiles zapateros, curtidores y otros artesanos que elaboraban productos tanto para uso en el campo como para uso personal. Con maestría y dedicación, confeccionaban botos camperos, zapatos resistentes, zahones de cuero, bolsos elegantes, billeteras funcionales y cinturones duraderos. Cada pieza era una muestra de destreza y arte, creada con pasión y cuidado para satisfacer las necesidades y gustos de la gente.