El bordado popular es una exquisita forma de ornamentar los tejidos y encuentra su máxima expresión en la pintoresca Sierra de Francia, ubicada en la provincia de Salamanca. A lo largo de generaciones, las mujeres de esta región han cultivado y transmitido este arte en el ámbito doméstico, dotando a sus creaciones de un carácter definitorio y cohesivo en términos de materiales, técnicas, tonalidades y motivos que perdura hasta nuestros días. Esta arraigada tradición ha culminado en la creación del célebre «bordado popular serrano», un tesoro vivo que fascina a los visitantes con su perenne vitalidad.
Esta artesanía ha mantenido, durante siglos, una estrecha relación con la ganadería y la agricultura, fuentes de las valiosas materias primas que le dan vida. Los tejidos más apreciados han sido los de lino, empleados en sus diversas variedades de tafetán, alemanisco o panza de vaca, para la creación de ajuar doméstico. También el paño de lana, destinado a confeccionar las prendas de indumentaria tradicional que enriquecen la vestimenta popular de la zona. Esta profunda conexión con la tierra y sus recursos ha dado forma a un legado artesanal único.
Los tejidos ornamentados capturan la esencia de la Sierra de Francia, reflejando su entorno natural y arquitectónico de una manera fascinante. Los motivos que decoran estas creaciones son una verdadera obra de arte, destacando figuras como el león, majestuoso y poderoso, en sus representaciones pasantes y rampantes. También encontrarás otros motivos inspirados en la fauna local, como la pajarita, el pez y las águilas, monocéfalas y bicéfalas, que se combinan de manera armoniosa con elementos geométricos, heráldicos y vegetales, cubriendo la superficie de la tela con un auténtico espectáculo visual.
¡Ven y descubre la belleza de este legado cultural en la Sierra de Francia, donde cada puntada es un testimonio de la pasión y el arte transmitidos de generación en generación!
Los colores utilizados en estos tejidos son igualmente impresionantes. Ofrecen una paleta que abarca desde los tonos rojizos y amarillentos, que evocan los cálidos atardeceres de la región, hasta los misteriosos azules, los verdes frescos y los profundos negros. Sus vivas tonalidades añaden una capa de autenticidad a estas obras maestras textiles, transportándote a la belleza de la Sierra de Francia en cada hilo y cada matiz.
Las técnicas son tan diversas como los propios tejidos en los que se aplican. En el caso del lino, se despliega una habilidad artística impresionante. Se borda a dibujo, contorneando el motivo con hebra de hilo y se rellena con la técnica de hilos contados. Con tres puntos básicos: de lomo, media yema y al biés se despliega una gran variedad entre los que se encuentran las puntadinas, el ladrillo, el ojito, la espina, la cadena, el empedraíno y las torrinas, entre otros. Otra técnica utilizada es el deshilado empleado para crear labores con calados que son verdaderas obras de arte en tela.
Cada puntada, meticulosamente calculada, da vida a diseños intrincados que capturan la esencia de la Sierra de Francia.
Por otro lado, cuando se trata de tejidos de paño, el bordado toma la forma de aplicaciones o sobrepuestos, añadiendo un toque distintivo a las prendas de vestir tradicionales. Este enfoque enriquece la indumentaria popular con una belleza única y auténtica.
Actualmente, han surgido nuevas modalidades de bordado que añaden aún más profundidad y creatividad a esta rica tradición. Cada una de estas técnicas aporta su propio estilo y singularidad, lo que demuestra la constante evolución y adaptación de esta artesanía a lo largo del tiempo.
¡Te invitamos a conocer la diversidad y la destreza de estas técnicas de bordado en tu visita a la Sierra de Francia, donde el arte y la tradición se entrelazan de manera sublime en cada puntada!
Las bellas creaciones nacidas del bordado popular han tenido durante siglos un fin utilitario, que cubría tanto las necesidades religiosas como las cotidianas, con una aplicación práctica en el traje popular y en el ajuar doméstico.
El resultado de esta labor artesanal incluía una gran diversidad de paños, cada uno con su propósito único, como los de ofrenda, los de arca, los de manos o los de afeitar. Además, se confeccionaban cortinas, colchas, almohadas, toallas, delanteras de cama, camisas, tocas, peinadores, babadores, manteos, cobijas y rebozos, todos ellos cuidadosamente decorados con las técnicas y motivos transmitidos durante generaciones en la Sierra de Francia.
Hoy en día, la práctica del bordado continúa floreciendo en localidades como Mogarraz, La Alberca, Miranda del Castañar y Sotoserrano. Durante las festividades más destacadas de estos pueblos, como el Corpus Christi, las calles, ventanas, balcones y altares se embellecen con bordados magníficamente labrados y decorados. Aquí, los visitantes pueden deleitarse con la vista de colchas, sábanas y paños que atestiguan la rica tradición artesanal de la sierra y la habilidad de sus artesanas.