Esta festividad en San Miguel de Robledo se ha trasladado al último sábado de octubre. Inicia con una misa, seguida de una procesión en la que se lleva la imagen del crucificado hasta la plaza del Humilladero y se lleva a cabo el ofertorio. Durante estas celebraciones, se realizan bailes al ritmo de la gaita y el tamboril, mientras se disfruta del convite popular.