En la localidad de El Maillo se encuentra una cueva donde al parecer los moros escondieron un becerro de oro. Sin embargo, no se ha podido encontrar nunca porque al adentrarse en la cueva se llega a un lago que impide el paso. Según se cree, la cueva tiene otra salida por el lado opuesto, en la localidad de Monsagro, pero aún no ha sido encontrada.
En el Maillo también explican su mala relación a lo largo de los años con el vecino pueblo de El Cabaco porque cuando se produjeron los saqueos del convento “La casa Baja” (era un lugar utilizado por los monjes que vivían en el Monasterio de la Peña de Francia cuando venían épocas de nieve), estos se llevaron las campanas.
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